La Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador cumple 40 años. ASTERISCO repasa sus comienzos y conversa con los protagonistas. Anécdotas, reflexiones, nostalgias y entusiasmo por el futuro en esta nota.
Bajo la dirección de la decana -que luego sería la primera rectora mujer de la Argentina-, la Doctora María Mercedes “Mecha” Terrén, comenzó en 1976 la historia de una de las primeras Facultades de Comunicación del país. De esta forma se unieron el Instituto Filmográfico, la Escuela de Televisión, la carrera de Artes y Técnicas Publicitarias y el Ciclo Pedagógico para formar la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador. Posteriormente, en 1979, se creó la Carrera de Licenciatura en Periodismo.
Fueron 40 años de un crecimiento que incluyó cambios físicos, académicos y humanos. El profesor Hugo Santarsiero, egresado de la carrera de Publicidad del año 1976, fue uno de los testigos de esta evolución. “Antes la licenciatura eran 5 años, existía en el turno noche y el Salvador fue una de las primeras universidades en ofrecer esta carrera”, recuerda Santarsiero. Es por eso que las aulas estaban repletas y se debía dar un examen de ingreso porque no había manera de conseguir lugar: Había mil inscriptos para trescientas vacantes.
En el ‘72, se instauró un curso de ingreso obligatorio para cada una de las carreras en donde se elegía a quienes menos faltas y mejores notas tenían en los parciales y finales de cuatro materias niveladoras. Algunos ex-alumnos todavía recuerdan lo difícil que fue ese proceso, como es el caso de la actual profesora Laura Diaz, Licenciada en Periodismo: “Los exámenes de ingreso eran muy difíciles”, comenta. Luego, uno se enteraba si había entrado o no mirando una lista que colgaba el secretario académico en una pizarra. Aquellos que tenían una marca aprobaban. “Yo tenía esa marquita, entonces fui a preguntarle qué significaba y el secretario académico me dijo que había entrado en la facultad.La alegría y la felicidad que tuve en ese momento no la olvido más”, recuerda.
La primera carrera en formar parte de la Facultad fue la de Publicidad, que comenzó por dictar sus clases en el viejo colegio de El Salvador ubicado en Callao, entre Tucumán y Lavalle, y luego, por reparaciones, continuaron la cursada en el Colegio Lasalle, a la vuelta. Al año, se mudaron a Callao 966, al edificio que luego sería el más recordado. Algunos lo consideraban un “palacete”. Allí se incorporó el turno mañana y la carrera de Periodismo. “En ese edificio entrabas, tenías una escalera que subía toda decorada de mármol de forma antigua, un bovelino impresionante, esas alfombras que se adhieren a las paredes, y había aulas que daban de un pasillito a un patio interior (…) también se fumaba en las aulas, por lo que entrabas y tenías nubes de humo a veces, cosa bastante incomprensible para el momento de hoy“, cuenta Daniel Gutierrez, graduado de Publicidad del año 1983 y actual director de dicha carrera.La profesora Laura Diaz, por su parte, también lo recuerda: “Era como un laberinto, porque estaba lleno de escalinatas y de cuartos. Era un edificio más bien angosto, lleno de puertas, de aulas con piso de madera que retumbaba y un subsuelo donde hacía mucho calor”. Años después, la Facultad se instaló en Callao 835, donde actualmente se encuentra.
Hoy en día la institución está conformada por cuatro pilares: Publicidad, Periodismo, Educación y Relaciones Públicas, que no solo se encuentran disponibles en su sede en Capital Federal, sino también en el campus de Pilar. “En el ‘92 arranca acá Comunicación Social con, más adelante, las orientaciones a Publicidad y a Periodismo, en el 2004 Relaciones Públicas y el ciclo pedagógico por el 2005”, explica Matias Prieto Canè, coordinador académico de las carreras de comunicación y educación en Pilar.
Desde sus orígenes, los valores jesuitas están presentes en todas las transformaciones de la facultad. El Padre Ismael Quiles, teólogo y filósofo, fue una de las figuras que todos recuerdan con cariño. Quiles enseñó Teología a los estudiantes de publicidad hasta su muerte en 1993. Para Hugo Santarsiero era mucho más que un profesor, “Era amigo, hermano, y Mercedes Terrén lo quería como si fuera de la familia”. Sus alumnos, entre los cuales se encontraba Daniel Gutierrez, lo veían con respeto: “Venia con su traje de sacerdote, una capa y un sombrero (…) era alguien muy delgadito, muy bajito, de voz muy aguda; una persona inteligentísima”.
Por los pasillos de la Facultad pasaron profesionales de renombre, “gente que hoy ves en los libros”, según Gutierrez,o en la tele, o en la radio, o en cualquier medio de comunicación. Se
podían ver, incluso, los comienzos de los chicos de la banda Soda Stereo, ensayando en una esquina del aula. Sí, Gustavo Cerati y Zeta Bosio fueron alumnos de la carrera de Publicidad. “Se sentaban en el fondo con la guitarra y el bajo, daban el presente muchas veces y después se iban a ensayar”,recuerda Gutierrez y agrega: “En nuestra fiesta de egresados tuvimos que juntar plata para pagarles el flete”.
En 40 años muchas cosas cambiaron: el edificio donde se cursaba, la infraestructura, las materias, los profesores, el plan de estudios, etc. Las carreras se han ido actualizando conforme a las nuevas necesidades que se fueron presentando.La relación docente-alumno también cambió, “Hoy está el departamento de los directores con las puertas abiertas para que los alumnos puedan golpear, entrar y consultar”, afirma Laura Diaz. La tecnología, por otra parte, también es una de las principales contraposiciones entre el ayer y el ahora de la institución. El avance de los años se ve explícito en el campo tecnológico, hoy la Facultad ha incorporado salas de televisión, laboratorios, salas de radio que antes no se tenían.“La materia Teoría de Practica Profesional con el Profesor Beladrich, en ese entonces, la hacíamos con máquinas de escribir”, recuerda Díaz.
Si bien esta Facultad ha cambiado mucho a lo largo de su trayectoria,el valor humano de la enseñanza que la diferencia con otras universidades, ha sido una constante inalterable. En la opinión de Francisco Arri, director de la carrera de Educación y egresado de la Universidad, esa es justamente la marca distintiva de esta “casa”: “Nosotros queremos que nuestros graduados sean buenos profesionales pero también nos importa que sean buena gente y contribuyan a la sociedad”. Gutierrez, al mismo tiempo, lo respalda: “La facultad está compuesta básicamente por la gente, eso es lo más lindo”.
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