¿Hacia un nuevo modelo comunicativo?
Por Ane Iriberri 20167/2017 Periodismo, alumna de intercambio
Las conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación , junto con el auge de la comunicación a través de las redes digitales, han transformado el modelo tradicional del receptor pasivo, contribuyendo a la creación del fenómeno del periodismo ciudadano.
Tal y como afirma Jorge Achón, licenciado en sociología y profesor de la Universidad de Deusto, “la aparición de este fenómeno ciudadano se debe en parte a las violaciones de los derechos humanos que se estaban, y se están originando, en ciertas partes del mundo.” Como las imágenes de la muerte de la joven estudiante de filosofía, Neda Agha Soltan, asesinada en Teherán en 2009, durante las protestas de la Revolución Verde, desató un importante conflicto relacionado con los vídeos ciudadanos distribuidos a través de redes sociales.
El principal objetivo del periodismo ciudadano es el de capturar estas violaciones, ayudar a que se difundan y así poder evitarlas y empezar a crear un cambio social.
Además, el auge de la tecnología, la crisis de los medios tradicionales y la falta de confianza y credibilidad en los grandes medios también han propiciado la creación de este nuevo fenómeno comunicativo. Donde es más sencillo que el emisor conecte con sus lectores y cree un vínculo de confianza y feedback.
“Ofrece la oportunidad a mucha gente de contar su historia, gente que en otras condiciones no tendría la ocasión, e informar de temas que los medios tradicionales ignoran”, cuenta Jone Pascual, graduada en Periodismo en la Universidad del País Vasco.
Como podemos observar, el auge de las nuevas tecnologías está permitiendo que los receptores pasivos comiencen a transformarse en emisores activos, críticos e interesados en la realidad social. Este nuevo fenómeno les permite convertirse a los ciudadanos en periodistas y tener voz propia. Contribuyendo así a lograr una mayor libertad de expresión.
Su espacio de desarrollo principal es Internet y se caracteriza por un flujo constante de contenidos, ya que la cantidad de emisores y receptores es mucho mayor que en el caso de los medios tradicionales.
Permite que cualquier ciudadano pueda contar su historia desde su casa y pueda dar a conocer sucesos que para los medios de comunicación tradicionales quedarían en un segundo plano. Este tipo de periodismo les permite convertirse a los ciudadanos en periodistas y tener voz propia. Contribuyendo así a lograr una mayor libertad de expresión.
Hablamos con Miriam Ortiz, redactora de El Diario Vasco, quien afirma que el periodista profesional y el periodismo ciudadano pueden ir de la mano, es decir, los dos modelos comunicativos tienen que complementarse y adaptarse entre sí. Este nuevo modelo no quiere sustituir el papel de los medios de comunicación y los periodistas tradicionales, quiere una transformación, de manera que todos podamos opinar y ser partícipes: “las estructuras tienen que adaptarse a los nuevos modelos y las nuevas reglas; la colaboración, la apertura, la transparencia, la interdependencia y la integridad”.
El periodista profesional puede aportar al periodismo ciudadano objetividad, profesionalidad y veracidad, y este último puede ofrecer una mayor proximidad con los hechos que narra, rapidez en la transmisión de información, mayor diversidad de criterios y opiniones, etc. Las noticias tienen que elaborarse en colaboración, de modo que se genere una información más trabajada.
Gracias a los periodistas ciudadanos hemos podido conocer la realidad de las guerras que no nos contaban los medios tradicionales. Ya que éste nos permite conectar de forma inmediata con los afectados dándonos a conocer lo que sucede en lugares y situaciones concretas. También permite que cuando ocurra un suceso importante se tenga una visión más amplia de los hechos y no nos informemos mediante unas pocas fuentes. Como en el caso de los bombardeos en Siria, donde sus habitantes tienen la posibilidad de denunciarlo.
El periodismo ciudadano, y el mundo de la información en general, se encuentran en un periodo de transformación y mejora, pero siempre entendiendo este cambio como una consecuencia de la colaboración entre los medios tradicionales y los nuevos medios.
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