Romina Manguel, Federico Seeber y Alfredo Dillon visitaron la Universidad del Salvador y conversaron con los estudiantes acerca de las idas y vueltas de las diferentes rutinas periodísticas.
Por: Mayra Alvarez
Si algo tiene la carrera de periodismo es la cantidad de ramificaciones que la misma profesión te hace llevar. Cada día se puede hablar sobre algo distinto y son variadas las formas de divulgar la información. En este escenario, el 17 de agosto Romina Manguel, conductora de la primera mañana en Radio Nacional, Alfredo Dillon, que escribe en la sección Sociedad de Clarín y Federico Seeber, quien conduce las tardes de TN, visitaron la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador. El encuentro estuvo organizado por la revista ASTERISCO.
En un aula magna repleta, los periodistas hicieron sus presentaciones vinculando sus comienzos con los años de estudio, los primeros trabajos y su presente profesional. En principio, los periodistas dejaron en claro su visión acerca de qué es el periodismo. Manguel destacó: “El periodismo se trata de contar. Independientemente donde uno lo haga y como uno lo haga. Uno puede contar en radio, puede contar en televisión y puede contar en gráfica”. Tanto Seeber como Dillon coincidieron en que la curiosidad es una característica importante y que debe ponerse en uso a todo momento.
Los caminos del oficio pueden llevarte a cualquier temática y a cualquier destino. A su vez, cada medio tiene sus exigencias y pautas que seguir. Manguel tiene en cuenta esto pero también incluye los asuntos que considera de relevancia. Ella se define como una periodista de causas: el atentado a la AMIA, la tragedia de Once y el incendio de Cromagnon son sus temas predilectos y de permanente importancia. La dinámica de su programa se desarrolla durante todo el día. Comienza a la madrugada con la preparación del vivo de Poné Primera, continúa a las 9 de la mañana con una reunión de producción en la que se decide sobre qué se hablará al día siguiente. Ahí es cuando surge el problema de la rapidez con la que circula la información, junto al hecho de que nuevos acontecimientos surgen minuto a minuto. Las noticias pueden oxidarse con facilidad.
Algo parecido le sucede a Seeber y a los tiempos que corren en la televisión, medio que además cuenta con el deber de que las noticias sean visualmente atractivas para la audiencia. “Cada día es una historia nueva, una historia distinta, un tema nuevo, un personaje que aparece de golpe”, dijo el periodista de Todo Noticias. El tampoco tiene una estructura temática definida cuando empieza la jornada. Los temas explotan en el curso del día.
La situación varía en la gráfica y el trabajo de Dillon. Si bien los medios impresos tienen un horario de cierre a diario para que los ejemplares puedan difundirse todos los días, su labor en particular cuenta con mayor tiempo de preparación. El periodista de la sección Educación debe preparar un tema por semana. Esta ventaja le da un mayor margen para consultar fuentes y hacer una búsqueda más minuciosa. Sin embargo, aclaró que no pasa mucho tiempo dentro de la redacción. “Buena parte del laburo es en la calle. Si lo haces desde el escritorio de tu computadora, no van a tener ninguna relevancia. Las mejores notas están afuera de la redacción”.
En los tiempos de carreras y competencias para ver qué medio da la gran primicia en primer lugar, no hay que dejar de lado la importancia del chequeo de la información. Por eso, otro punto clave que los tres profesionales destacaron es el trato con las fuentes, parte vital de las historias a construir. Para Manguel, el contacto con ellas es una cuestión de empatía y confianza. Por eso es mejor tratar de verlas en persona, porque de esa forma se puede tener un contacto más cercano con la persona para que se sienta más a gusto y poder así acceder a aquella información, aquel aspecto que otros medios no consiguieron.
Estas fueron las historias de los comunicadores que pasaron por la universidad. Claro está que las experiencias en los distintos medios de comunicación pueden darse de infinitas maneras. Cada uno puede trazar su camino en el periodismo, aquella profesión que el mismo Gabriel García Márquez definió como el mejor oficio del mundo. Destacarse con un buen trabajo, entonces, está en el mérito propio. “La diferencia entre el esfuerzo, el laburo, el trabajo, el seguir los temas (y no dejarlos), buscar el lugar de esa historia que nadie está contando; créanme que se nota”, concluyó Manguel.
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