La orden religiosa
formada por San Ignacio de Loyola desde siempre le ha dado mucho valor a la enseñanza
y la ha tenido presente desde sus inicios. La educación para toda la sociedad
era uno de los deseos de San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús. Esta formación
se centraba en la transformación de la sociedad.
La educación ha sido clave en la Compañía
de Jesús desde sus inicios. San Ignacio vio la necesidad de formar a los nuevos
sacerdotes que entraban en la orden. Al principio esta instrucción estaba
dirigida para los nuevos jesuitas, pero más adelante la extendieron también
para los laicos.
El primer colegio que recibió alumnos
externos nace en 1543 en España. En aquella época la enseñanza impartida por la
orden era gratuita y se centraba en ofrecer un buen servicio cultural y social.
Después de esta época, alrededor del año 1600 surgen nuevos colegios porque los
jesuitas reciben un gran cantidad de peticiones para ello.
La educación catequista también fue muy
importante. Uno de los objetivos de los esta orden religiosa era invertir su
tiempo y sabiduría en la enseñanza de personas sencillas, analfabetas o de escasos
recursos. Los miembros de la Compañía de Jesús creían que la instrucción era un
modo eficaz para ayudar a la personas sin recursos. Por otra parte, también
podían evangelizar e impregnar la espiritualidad ignaciana mediante la formación
de personas.
Lo principal de esta educación es el
sujeto. No se pierde en ningún momento la persona en el proceso de
transformación de la sociedad que siempre esta presente. Según Melania Carcasa,
integrante de la ONG Alboan, “No solo se
tienen en cuenta los valores humanos sino que también se tienen en cuenta los
valores relacionados con Dios que son, entre otros, la solidaridad, la
compasión, la responsabilidad o la capacidad de perdón”.
El jesuita Diego Haro explica que el
principal objetivo de esta educación es formar personas abiertas y a la
voluntad de Dios. La religión es una pieza clave, al fin y al cabo esta
enseñanza trata de formar personas críticas, metidas en el mundo con la
intención de transformarlo, teniendo siempre presente la religión y Dios.
En palabras de Roberto Navarro, profesor
de Jesuitas de Bilbao, la educación jesuita se definiría en dos palabras:
calidad y compromiso. Esa calidad no solo se centra en el sujeto que recibe la
educación sino que también en terceras personas con las que este persona esta
en relación. Esos valores que toma cada uno se deben transmitir a la sociedad y
así transcurre la transformación de la sociedad de la que hablamos
anteriormente.
Carcasa nos indica que esta educación es integral
de la persona, es decir, a nivel intelectual, emocional y espiritual. La fe
también es importante y esta fe tendrá que estar al servicio de la justicia,
comprometida para transformar el mundo, sobre todo en los rincones más pobres
del planeta.
La Compañía de Jesús promueve la formación
de personas mediante diferentes asociaciones. Una de ellas es la ONG Alboan,
que se centra en el tema de cooperación al desarrollo. Desarrolla diferentes
campañas y proyectos que están vinculados al mundo educativo. Estas campañas y
proyectos son creados para promover la enseñanza en los países no desarrollados.
Se centran en los lugares que no tienen la posibilidad de acceder a la educación.
Esta ONG también cuenta con una red de escuelas rurales distribuidas por
diferentes países.
La elección del Papa Francisco, ha
contribuido a que el mundo entero conozca el modo de actuar de la Compañía de
Jesús en Argentina. El Sumo Pontífice ha tenido una actitud innovadora en
cuanto a sus antecesores y en esa forma de actuar podemos ver las
características principales de los jesuitas y su educación, como por ejemplo,
en el lavado de pies de mendigos. Con este acto demuestra que la ayuda a los
más desfavorecidos es importante para la orden religiosa a la que pertenece.
Al fin y al cabo, mediante este modo de enseñanza
la Compañía de Jesús quería transformar la sociedad. Es decir, inculcaban unos
valores que los alumnos los comprendían y tenían otra manera de actuar sobre la
población y así se producía la transformación, principal objetivo de la educación
jesuita.
Esta orden religiosa en Argentina cuentan
con diferentes universidades y colegios. También tienen parroquias y diferentes
infraestructuras donde organizan actividades relacionadas con la enseñanza.
Estos son algunos de los centros: El Colegio del Salvador, la Universidad del
Salvador, la Universidad Católica de Córdoba o el Colegio Máximo de San José.
En cuanto a las ciudades con más
presencia de asociaciones o centros jesuitas aparecen Buenos Aires y Córdoba. También están
presentes en Mendoza.
La frase “hombres y mujeres para los
demás” es una frase con la que los jesuitas expresan algunos de sus valores. En
este caso la palabra “para” es la palabra importante ya que en todo momento los
jesuitas tienen en la mente a los demás. Es decir, actúan de una manera para
transformar la sociedad y así poder ayudar al otro.
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